Cita: "Comencé mi actividad profesional como neurólogo, tratando de dar alivio a mis pacientes neuróticos bajo la influencia de un viejo amigo, y con mis propios esfuerzos descubrí algunos nuevos hechos importantes sobre el inconsciente de la vida psíquica, el rol de los impulsos sexuales, y más. A partir de estos hallazgos se desarrolló una nueva ciencia, el psicoanálisis, una parte de la psicología y un nuevo método para el tratamiento de la neurosis. Tuve que pagar caro este poco de buena suerte, la gente no creyó en mis hechos, y consideró mi teoría ofensiva, la resistencia fue fuerte y tenaz, al final tuve éxito. Con discípulos, y construyendo la Asociación Psicoanalítica internacional, pero la lucha aún no ha terminado. A la edad de 82 años me vi obligado como consecuencia de la invasión Alemana, a abandonar mi hogar en Viena, y vine a Inglaterra para terminar mi vida en libertad, mi nombre es Sigmund Freud."
Estas palabras fueron registradas durante una entrevista realizada el año 1938 en Londres, Inglaterra por la BBC, un incipiente medio de comunicación de esa época, 9 meses después de esto el entrevistado Sigmund Freud fallece a la edad de 83 años. Es un hecho que nunca podré decir que conocí a Freud, no obstante mi experiencia me permite comprender 2 cosas, una es como la experiencia de la verdad de Freud, vale decir su memoria, fue capaz de impregnar con su impronta a cientos y quizás miles de académicos que hoy propagan sus investigaciones y estudios sobre el comportamiento humano; la segunda es como muchos de los grandes académicos, vates, filósofos, y en general intelectuales de la historia de la humanidad, han dejado siempre su gran legado en sus últimas obras, tal es el caso del texto Hua Hu Ching obra póstuma del mítico sabio Chino Lao-Tzé, o la inconclusa composición para órgano titulada "El arte de la fuga" de Johan Sebastian Bach, iniciada probablemente el año 1738, 12 años antes de su fallecimiento en 1750. Por estos específicos factores me propondré como buen academicista de la síntesis a través de la práctica del diseño y las artes plásticas, desmenuzar la esencia antropológica de este último párrafo de Freud, que bien podría también ser llamado su primer Hai-Ku, aludiendo a la naturaleza sintética de la cultura oriental del planeta, hoy útil a las reflexiones y análisis del lenguaje esotérico científico, pero sobre todo intentaré analizar el misterio de como la transmisión de la memoria de una persona específica puede influir a millones de personas independiente del tiempo durante el cual está fue registrada.
Antes de profundizar en el análisis re-establezco la premisa de que no conozco a Freud, solo me lo citaron un par de veces en la universidad como parte de una de las asignaturas más interesantes del segundo año de Diseño, "Fundamentos psico-sociales del diseño" impartido por Corina Robledano, y de quien absorbí justamente el valor de la experiencia transversal como eje sobre el cual sostener el entendimiento de la multiplicidad de formas e interpretaciones de lo que a esa altura (19 años) ni siquiera imaginaba era lo "espiritual", esto luego de comentar con ella experiencias personales sobre lo que se conoce hoy como parálisis de sueño, se podría decir que Corina despertó en mí una especie de memoria dormida hasta ese momento, sobre la aceptación de conceptos como ángeles custodios, fuerza, espíritu santo, tribu, psico-drama, pero sobre todo un interés profundo por entender que es la verdad, término interesante que a esa altura solo vislumbraba infantilmente en los velados mandatos simbólicos masónicos de sus jefes del consejo de rectores, los dueños de la parrilla de asignaturas, de las aulas, de los contratos académicos y del patio 1 de la facultad de Humanidades de la Universidad de La serena (Chile), y hasta cierto punto también los dueños de la verdad, a mis 19 años. Bajo esta premisa me permito con total y desmedida violencia expresar que hoy no me preocupa en lo más mínimo lo que se diga o no se diga en tal o cual tiempo, desde tal o cual pensador sobre el fenómeno de mi propia experiencia y de lo que percibo como verdadero, porque ¿Le preguntas acaso a un maestro sobre tu propia percepción de la naturaleza, de una planta, de un río o de un árbol?, de hecho antes de que te hagas la pregunta en hipótesis ya tienes la respuesta, sintetizada en la información contenida en tu genotipo, el cual determina como tu cuerpo físico reaccionará químicamente ante cualquier estímulo percibido, incluido el razonamiento ante esta pregunta.
Voy hacia esta reflexión, porque me es de total interés analizar el cómo la formación de los llamados ídolos, condiciona sin respeto del tiempo ni menos del espacio el comportamiento humano masivo, y además ante una muy personal percepción de que estamos aquí plantados dentro del barro de la tierra para re-significar nuestras experiencias y las de nuestros ancestros, no para repetir las experiencias y verdades de otros, historias además muchas veces sembradas de consignas aterradoras tales como "la lucha no ha terminado", "Cristo viene", "Volveré hecho millones" o "Todo es perfecto", una siembra de hectáreas y hectáreas de poética ansiolítica y pinchazos de stress post-traumático derivados del abandono, el abuso, la culpa y el miedo experimentado por aquellos estoicos seres humanos útiles al status Q, los cuales a cambio del elixir de la trascendencia y la inmortalidad, serán conocidos en el futuro como profetas, apóstoles, sembradores o arquitectos en otros espacios y tiempos, en otras palabras serán ídolos. Todo esto no elimina de la ecuación el hecho de que determinados aprendizajes sobre otras re-significaciones de la realidad, puedan sin lugar a duda sostener gigantescas dosis de saludable experiencia, tal es el caso del cobijo de un buen padre o una buena madre ante una niña o un niño durante las fases tempranas del desarrollo de sus primeras habilidades instintivas y de carácter reptiliano, bien escaso e incluso exótico, esto también en alusión directa al abrazo de la tierra como sostén primordial de la sustancia material del cuerpo humano; Con esto último trato de decir que la Tierra como cobijadora y fuente de vida ha sido convertida a esta altura de la evolución humana, en apenas un reflejo exótico y en ciertos casos erótico de nuestra relación con lo verdadero, una banda de rock alternativa, una opción de ajuste en la pantalla de la realidad virtual humana, o lo que es peor, en un escaso bien de consumo en cuanto su exclusividad, basta solo con indagar superficialmente en las tasaciones de espacios para la construcción de viviendas simples, lo cual es ante todo un problema ya que somos parte de ella, y el mensaje que esta abusiva sutileza indica es que debemos "pagar" para poder habitarla, tal prostituta o gigoló del sistema solar.
Esta dicotomía entre el mundo de las ideas-persona como las de un Freud, y el mundo de la tierra-carne como la verdad histórica de nuestro planeta en cuanto mera transmisión inter-generacional de datos informáticos, resulta un terreno fértil tanto para el psico-análisis como para la mercado-tecnia y sus esfuerzos por el control de la convivencia entre mentalidades colectivistas y mentalidades individualistas, siendo este terreno una verdad circunstancial y contemporánea de la tierra, muy útil además para el planteamiento de una simple pero larga pregunta, que es ¿Como estas mentalidades logran convivir dentro de la misma casa circular (tierra) sin dejar de prosperar en ninguno de los ángulos posibles, llámense estos auto-destrucción, destrucción, equilibrio, construcción o auto-construcción?. Desde mi perspectiva esta dinámica antropológica tan antigua como el hilo negro diríamos en mi país natal, Chile, se puede estudiar con bastante éxito desde el análisis de los programas congregacionales diseñados específicamente para el control de despavoridos y heridos seres humanos que han alcanzado cierto vislumbre, sea por la crisis o por el éxtasis, de los primeros umbrales de la llamada espiritualidad, esto con la consecuente y posterior posibilidad de modificar voluntariamente su cosmovisión, en cuanto acceden al conocimiento específico de las realidades cósmicas y en un grado sumo la multi-dimensionalidad de estas, como partes de un engranaje complejo que pre-supone a su vez la paradoja de una meta-posibilidad de alteración de las mismas, un poco la insistente imagen mental del pintor Norte-americano Jean-Michel Basquiat en la cual se veía a si mismo sobre una tabla de surf, dominando una ola, representación del gobierno sobre la complejidad de la historia del arte, y la simpleza de como el mínimo movimiento trazado, sobre una tela o sobre una tabla de surf, podría modificar el estado alcanzado en un momento determinado, resultando en una estrepitosa caída o un estado de gracia liminal.
Esta última imagen es también desde esta perspectiva extrapolable como única verdad o posibilidad aparente dentro del diámetro de la tierra, al representar gráficamente un lugar común, natural y singular desde el cual el patrón ancestral o cualquier comportamiento adquirido por factores epistemológicos o epi-genéticos puede ser modificado, representando así una forma directa de romper con la naturaleza idolátrica, no obstante bajo la condición de la toma de solo 2 posibles caminos, estos son: o aplastar al ídolo bajo la tabla de surf, o rendirse al monstruoso control mareo-motríz, la paradoja aquí se presenta en que al aplastar al ídolo estaremos matando para vivir, pero al rendirnos estaremos muriendo para que el monstruo viva, ¿Entonces? ¿Posverdad y nulidad del ser?. Profundizaremos en el análisis retornando a la observación del comportamiento gregario humano, un hecho objetivo y verdadero en el sentido de lo vincular entre lo humano y lo divino, siendo lo humano lo ancestral y lo divino lo terrenal en el sentido de la tierra como almacén de la verdad histórica de los eventos de la vida a través de su desarrollo geológico. Analizaremos para esto la función económica de las dinámicas congregacionales, las que como reflejo de las necesidades humanas más profundas, presentan sin distinción de la cultura dentro de la cual se manifiestan, sea esta musulmana, cristiana, aborigen, medieval, etc, una serie de parámetros comunes que iré detallando y que constan de 3 etapas muy marcadas, y es probablemente desde aquí que Freud se alimenta para sus dolientes aseveraciones del párrafo inicial, ya que él también fue un habitante de la tierra. Así la primera etapa de un proceso congregacional atañe directamente al lenguaje instintivo del ser humano, esta se expresa desde el llamado cerebro reptiliano, como mecanismo de defensa por lo general crítico que permite que una persona ingrese en verdaderas boyas temporales o cápsulas de realidad alterna que le conducen comúnmente a lo que por falta de argumentos técnicos denominamos delirio o locura, esto se podría definir también como el ingreso en departamentos de memoria subconsciente que hacen a la persona en cuestión percibir la realidad de un modo totalmente divergente a lo socialmente establecido, quedando por esta misma razón al acecho de fuerzas agresivas en su misma proporción, es decir desde ataques físicos cuerpo a cuerpo, hasta manipulaciones verbales que le sujetan como esclavo o esclava de los dictámenes más resolutivos desde su propia posibilidad de percepción, esto estará a su vez determinado por una marcada influencia de los aspectos culturales dominantes.
Este verdadero estado de vacío cuántico, en cuanto vínculo con las cargas más pesadas de la naturaleza primordial de la materia condensada, conocida dentro de la interacción nuclear débil con el nombre de radioactividad, y todo tipo de fenómenos adyacentes al mundo del almacenamiento de la memoria y del comportamiento primitivo, infantil y basal de la experiencia, sostienen a este nivel del comportamiento gregario humano como el nivel más crítico dentro del fenómeno de la experiencia, ya que es aquí donde se hallan las llamadas "puertas de la percepción", lugar común que el afamado músico Jim Morrisson acuñó para el nombre de la conocida banda The Doors; Dato aparte y expresivo de la coherencia presente en este nivel es que el mismo se hizo llamar muchas veces "The lizard King" (El rey lagarto), en alusión a las características comportamentales del cerebro reptiliano mediante la estimulación de psico-trópicos como el LSD y otras similares durante finales de los años 70 del siglo pasado, siendo su música un reflejo de esta inspiración. Otro dato interesante sobre esta fase primordial del comportamiento humano en cuanto desvinculación del planeta, se halla en la modificación artificiosa de los componentes químicos del reino vegetal y mineral para fines congregacionales pero en un contexto de lo civil, vale decir la descarada manipulación química y por lo tanto de los patrones endócrinos-emocionales a través de la industria farmacéutica, sumada a la complicidad de la falta de rigor clínico en la psiquiatría de los sistemas públicos, y además a la radical idolatría hacia santos atemporales como el mismo Sigmund Freud, que influyen en aspectos específicos como la farmaco-cinética y erráticas diagnosis al insistir en hipótesis políticamente radicales que solo se adaptan a la suministración de medicamentos específicos, y según los propios dictámenes de dicho "prócer de la revolución", llegando en casos extremos a la mantención intencional de dichos yerros en función de un sempiterno caudal de pacientes por doctores muchas veces carentes de las competencias suficientes. Todo esto para sostener el funcionamiento del aparato público con el "alto hospicio" de toda clase de retails o modos de mercadeo convencionalmente aceptados, cuyo aporte se traduce en la insuflación de químicos con una alta capacidad de generación de dependencias bajo la premisa de que "el operario debe rendir en su trabajo" , y así de esta manera cual amoroso galo-gallina "El estado te cuida".
Este marco político de carácter evidentemente reptiliano en cuanto la estimulación artificial del cuerpo humano para fines productivos, es según mi experiencia uno de los puntos de fusión más claros entre la dogmática idolátrica popular de las ideas, a través de la soslayada generación de dependencias químicas para con las inteligencias contenidas en tal o cual químico, para durante este profitante show obtener finalmente la zombificación y desvinculación del ser humano para con su verdad química e histórica, influyendo sobre su posición de decidir o no establecer una relación emocional-alquímica con las bases moleculares de la tierra, al ser dichas insuflaciones artificialmente manipuladas en laboratorio para los fines productivos antes descritos, pero lo que es peor, suministradas so-pena de movimentación de herramientas penales o de inmovilización psiquiátrica para las personas durante su "despertar espiritual" , que en ciertos casos parece más una fuga al más puro estilo del film "rebelión en la granja" (George Orwell-1945). Esto último desde mi perspectiva no es más que la matanza del monstruo del status Q, un cuadro en relieve que describe en trazo expresionista una verdadera inquisición del ser bajo el yugo de esta nueva iglesia farmacéutica de los santos de los zombies de los últimos días. Hasta este punto ya hemos descrito dos de los aspectos congregacionales más próximos a la naturaleza humana, estos son la fase de congregación reptiliana y la fase de congregación emotiva a través de las primeras experiencias alquímicas de la persona hasta este momento prófuga de la cárcel del status Q, expresadas en la forma de meditación, rezo, oración, plegaria, llanto, alabeos, depresión, pareidolias, ansiedad y toda forma de ad-oración o adicción blanda para con inteligencias moleculares, que hyper-sensibilizan a la persona respecto de dichos fenómenos armónicos absorbidos, y que luego son expresadas como reacciones endócrinas resonantes para con dichas cargas informáticas. Todo esto parece un gran avance si se aprecia desde una perspectiva de lo ritual, sin embargo, la última etapa planteada en este artículo sostiene que el alineamiento primordial de la esencia prismática humana para con un relativo estado de equilibrio entre todas las fases antes descritas, estaría representado objetivamente en un acercamiento intelectual y no emotivo, para con la posibilidad de, o aplastar, o rendirse ante el ídolo, manifestando un claro ejercicio de una voluntad humana que no se aparta de la voluntad divina, la cual ya decíamos se expresaría en la memoria histórica del planeta, y que acepta todos los eventos antes descritos independiente de su grado evolutivo.
Dicha fase intelectual sostiene a la observación objetiva de la coherencia del funcionamiento reptil e instintivo del ser humano como algo necesario, o dicho de otra manera la belleza y aceptación de "la sombra", se hallaría a través de la cristalización emocional y armónica mediante eventos como el auto-perdón o el perdón, un estado de belleza permanente o gracia divina, vale decir una serie de comportamientos específicos y co-ordinados capaces de influir en la base elemental y química de la tierra, expresando en el ser humano la posibilidad de elegir su esclavitud o confinamiento para con ella a través de lo que este conoce como discernimiento, pudiendo salir en todo momento de tal o cual estado mediante su inteligencia; De este modo no se negaría lo tecnológico en cuanto comprensión de que la naturaleza virtual del espectro perceptible de la realidad planetaria, sería antes que todo un almacén temporal de datos informáticos verdaderos, de los cuales el comensal temporal bajo la carne y los huesos se serviría de modo voluntario para ejercer su derecho a la experiencia, así también este comprendería la circunstancia del terror a lo tecnológico en lo farmacéutico como un hecho meramente mediático y político naturalmente ajeno a la gracia individual, no negando su existencia, pero comprendiendo sus activadores, como por ejemplo la vida de un Freud, un Basquiat o un Morrison en las manos de los poderes económicos a través de las religiones, ideologías, dogmas y toda clase de mercadeo templario sostenido mediante el abuso de consciencia. Esta condición de mimesis, diálogo y finalmente fusión de lo humano para con lo divino a través de la inteligencia, demostraría la fuerte importancia de la comprensión de la naturaleza plástica del desdoblamiento de la vida en formas escalares y fugaces, tales la corta vida de un ser humano en relación al pasado de la tierra, esta comprensión se expresaría en el arte, como el ejercicio de lo voluntario dentro de la transmigración de fenómenos conscientes en formas descriptivas tales como una canción, un cuadro o una expresión literaria; Este hecho cuántico en cuanto almacén de datos dentro de formatos comprimidos como vinilos, trozos de madera, papel o incluso a través del lenguaje sintético en la forma de morfemas indescifrables pero útiles a la experiencia individual o colectiva, para este último caso a través de concesiones culturales como la imposición de un idioma en un continente, permitiría una muy real interacción entre la memoria humana y la memoria de la tierra, toda vez que dicha expresión plástica o imaginario personal o colectivo, al acontecer en niveles cada vez más sutiles de la experiencia física, como por ejemplo durante un estado de hyper-conectividad cerebral o estado de "iluminación" o "transfiguración epifánica" a través de técnicas como el yoga, y el subsecuente acceso a registros de memoria y capacidad de sobre-pensamiento por lo general de poca duración, o en el almacenamiento de Q-bits sobre micro-chips de alta capacidad en sistemas de telecomunicación y la subsecuente transfiguración de los símbolos según culturemas específicos, como es el caso de los "emoticons" de la cultura oriental y su marcada influencia en el comportamiento generacional y social planetario, abrirían un campo empírico de estudio sobre como ocurre la transmigración de la consciencia, que es información, desde niveles que podríamos denominar como divinos, y como esta transmigración influye y/o es influida por cada evento virtual o experiencial, según el estado resolutivo o definición mediante el cual estas acontecen.
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