Un tema muy interesante de analizar, es el que dice relación con la ciclicidad de los fenómenos generacionales no solo en el contexto de nuestras vidas familiares como ancestralidad, si no que aquellos que acontecen en los núcleos sociales y políticos, relacionados con la reiteración infinita de eventos que con el paso del tiempo pasan a ser llamados efemérides, estos representan en cierto modo un acondicionamiento neural no solo en un sentido civil, si no también y profundamente en un sentido de salud clínica, en cuanto manifiestan una serie de trastornos de orden grupal capaces de dar sustento a dinámicas de guerra, en lo que hoy no solo es una crisis en un nivel ideológico, sino también una crisis del control de la población, que se manifiesta a través de la modificación sugestiva de su comportamiento. Un ejemplo práctico de este acondicionamiento desde una perspectiva biológica, es el hecho de que nuestras vidas naturales no perduren en media más allá de los 100 años de la tierra, esto implica un evidente registro no solo de nuestras limitaciones como especie, sino también de nuestras posibilidades de co-activar en conjunto, dinámicas que sean capaces de interferir en estos patrones cíclicos, y en un caso más profundo de perfeccionar nuestros modelos y sistemas que como civilización nos han llevado hasta este punto de consciencia de nosotros mismos como humanidad habitando un planeta.
Para analizar con fundamento desde las mismas expresiones de la civilización actual, acudiremos a mecanismos de influencia cultural tales como el cine, a la verdad una expresión audiovisual de guiones diseñados y filtrados por escritores humanos y civilizados, y haremos un paralelismo entre lo que podríamos denominar documentalismo urbano y documentalismo de ficción, el primero se refiere a aquel fenómeno ampliamente conocido por nosotros actualmente como la capacidad de reportear a tiempo real cualquier evento, sea este público o privado, y citaremos para esto el icónico caso de los reportajes urbanos y documentales referentes al ataque y caída de las torres gemelas en la ciudad de Nueva York a principios de nuestro siglo, un 11 de Septiembre del año 2001; Por otra parte expondremos algunos pasajes de la serie Star-treck en su saga Jean-Luc Piccard, en particular la segunda temporada estrenada el reciente año 2020, que alude a la existencia de civilizaciones paralelas con formas humanas semejantes a la nuestra, pero modeladas a través de pares de gemelos luego de una síntesis genómica capaz de expresar auto-consciencia, además de haber alcanzado un descifrado tecnológico respecto de la transmisión mental, vale decir seres conscientes pero de carácter sintético.
Ambas expresiones plásticas desde mi perspectiva representan matices de documentalismo urbano, dado que si asumimos como un hecho no-teórico la virtualidad de la expresión material de nuestra experiencia física, podemos asegurar que cada vez que documentamos con nuestras tecnologías portátiles un evento almacenado como paquete de datos y luego lo exponemos abiertamente en las redes sociales, estamos ante un efecto de nutrición en masa de aparatos cibernéticos standar, que como es el caso de la televisión o de las redes sociales como tik-tok, instagram, entre otras, condicionan no solo el comportamiento de la propia red, sino también el cultivo al interior de esta, de formatos experimentales a tiempo real capaces de a través de formas de expresión plástica como la inteligencia artificial, interferir en el comportamiento neurológico humano a través de lógicas informáticas neurales, dando como resultado la manifestación de todo tipo de adicciones, las que acompañadas de reacciones químicas propias de dichos estados, propician una verdadera cosecha cultural alquímica, toda vez que se trata de mecanismos que no solo operan en un espacio acotado a nuestra corta de vida de 100 años, si no que establecen fundamentos de civilidad potencialmente útiles a nivel estadístico para alimentar el diseño de mecanismos de influencia multi-generacionales, a través de mega-interferencias que no solo condicionan y hasta cierto punto controlan nuestra capacidad neural actual, si no que modifican engramas neurales que pueden ser transmitidos epi-genéticamente a las nuevas generaciones, vale decir controlan el comportamiento humano y hasta cierto punto la historia en el tiempo.
Por otra parte la expresión ficción-científica, referente al segundo caso de la serie Star-treck alude principalmente a una retroalimentación entre guionista y director, expuesta a través de una serie de conjeturas expresadas desde el conocimiento empírico y teórico de conocimiento adquirido, sea este a cuenta gotas o no desde esferas de información privilegiada, y que deben ser de una u otra forma divulgadas a este a través de los mismos mecanismos de influencia cultivados por los mismos poseedores de la información privilegiada, un poco la velada manufactura primitiva y demagoga de la figura de seres sintientes supremos que en su infinito amor, tolerancia y paz, buscan acomedidamente y a toda costa cuidar, proteger y no dañar a los simios del planeta azul, expresando su magnánima y vaticana misericordia divina en la forma de best sellers, recitales, cuenta-cuentos, y todo tipo de expresiones folclóricas pero fumigadoras de todo potencial atentado a la lógica controladora de este horrendo lugar plagado de siniestras expresiones sintéticas y errantes, que como ocurrió en un pasado según la trama de la serie, si tuviesen la osadía de en algún momento descifrar la transmisión mental y pudiesen tomar el control sobre otras formas de vida, serían llevadas inevitablemente hacia el apocalipsis, donde una gran boca negra en el cielo desde la cual un aterrador demonio llamado chakalagu, se comería a todos los desobedientes habitantes de la Tierra, contando para esto con el gentil auspicio de comparsas militares de contra-inteligencia, como la llamada comodoro "O", a cargo de la defensa del mismo aberrante planeta, como cuando un gato cuida la carnicería, sin faltar el respeto a los gatos, ya que hablamos en contra-lenguaje.
Esta suerte de correspondencia holográfica en un sentido de la correspondencia como mensajería trans-temporal, tiende a asemejarse a uno de los temores más grandes del ser humano actual, el temor al abandono, este evento asociado fuertemente a las crisis por depresión y ansiedad, encontraría en cierta forma una explicación coherente si se analiza desde la perspectiva del comportamiento holográfico de nuestros engramas neurales, los que tal como ocurre en el caso de un ordenador, pueden ser modificados mediante órdenes expresas en simples palabras del lenguaje ordinario o frases y/o escenarios mentales que nos "decimos a nosotros mismos", estas órdenes pueden ser capaces de alterar las funciones temporales primitivas del comportamiento humano, al ser programadas durante estados de vigilia neurológica como durante el estado alfa logrado durante una meditación profunda, lugar fundamental desde una perspectiva del comportamiento virtual y de la programación neuro-lingüística, para la modificación electrónica de las co-acciones neurales, ya que es en esta zona del proceso temporal neurológico donde se modela además del comportamiento, la memoria y la conducta humana, siendo un lugar límite entre donde se programa la co-relación entre lo que pensamos y lo que hacemos. Todo esto es un área de interés no solo de la neurología, si no de la física cuántica de ondas y partículas, en tanto la radioactividad alfa posee hasta cierto punto a través del entendimiento de la cromo-dinámica y la interacción nuclear débil, la posibilidad de modificación de las cargas asociadas al sabor y color de los quarks, vale decir los movimientos o bits-fundamentales que otorgan superconductividad a los procesos sub-atómicos, que como ya sabemos operan en niveles virtuales, es decir no se pueden comprender como un evento único en el tiempo, si no como la sumatoria de diferentes eventos a través de este en la forma de comandos temporales.
Como decíamos anteriormente, estas capacidades mecánicas influyen en áreas como la memoria, que en una faceta de lo grupal se expresa únicamente en un lejano acercamiento de la población promedio al entendimiento de lo que son los mecanismos sub-liminales, vale decir mecanismos no-limítrofes del entendimiento de la materia condensada, y que mediante la sugestión en la forma de mensajes publicitarios, palabras, colores, ritmos, etc, interfieren en las decisiones y el acotamiento o amplificación de los sesgos cognitivos propios del desarrollo de cada etnia humana, en un proceso que a todas luces nada tiene que ver con los parámetros existenciales de las posibilidades virtuales de la expresión de la vida y la transferencia de esta en nuestro planeta y fuera de él, mostrando claramente una dinámica de control que intentaremos seguir entendiendo de aquí en más. Esta dinámica es un verdadero vampirismo cultural que nos presenta ante el cosmos como una plaga digna de ser eliminada, hasta aquí nada incoherente con la realidad de nuestras decisiones por su vez nada coherentes, como por ejemplo en un orden de lo político al observar la elección mediante sufragio voluntario de tiranos (bajo las leyes de los propios tiranos), entregándoles el poder ejecutivo y militar durante décadas, como es el caso de las tiranías de la Venezuela actual (1994-Hasta la fecha 2024) o Corea del Norte (1948-Hasta la fecha 2024), aunque en defensa de la estupidez descrita, sí y solo si, estas decisiones han sido tomadas bajo la influencia demagoga antes descrita, y en casos más directos mediante la alteración de los mecanismos de control informático eleccionario para promover fraudes, debido a que si no acatamos los agnósticos programas del apocalíptico panorama dracónico, corremos el riesgo de ser des-graciados de nuestra potestad creativa y sometidos mediante ex-pulsión, del codiciado jardín planetario, ya que a esta altura al haberlo maltratado tanto, solo somos merecedores de la categoría de escoria ¿Nos lo teníamos merecido no?, si hasta matamos a Jesús, el cordero de Dios!!!, cruelmente crucificado, claro que según la versión y la ley del propio Vaticano Romano.
Esta última descripción alude claramente a lo expresado en Star-treck, respecto del terror de una raza para con otra, cuyo pasado ha sido y continuará siendo un claro riesgo a la integridad de sus circuitos de tráfico humano propios de dicha sagrada raza controladora dentro de un determinado territorio y su colectivo, como si de abejas cazando moscas se tratase, no obstante nos consideraremos dentro de esta lectura como parte de esa peligrosa raza cuyos ancestros atentaron gravemente contra la gran raza suprema, la que como ya es bien sabido controlaba sea con medios más primitivos o no, los mecanismos de influencia con sus respectivos influencers debidamente programados para trovar e intervenir en el vulgo, tal como lo acontecido durante el atentado a las torres gemelas, donde una sediciosa facción humana atenta contra sus propios hermanos humanos derribando 2 gigantescas torres de concreto, icónicas del babilo-maníaco y prohibido deseo humano de trascendencia, conformando de paso el documento virtual urbano más brutalista de la historia, en cuanto desnuda atemporalmente y gracias a miles de influencers genuinamente urbanos, los designios más putrefactos de la esclavitud humana, pero mediante documentos lógicos y realistas que hasta el día de hoy resultan objeto de patéticos análisis relativistas que permean incluso el mundo de las llamadas artes contemporáneas y sus colectivos pro-motores. Aquí es donde en defensa incluso propia, podría decir que si eres sistemáticamente desplazado, primero de tus habitats de infancia, y luego de tus ciudades mediante éxodos y fenómenos de inmigración, ¿No se elevan acaso las posibilidades de desarrollo de enfermedades propias de la mezcla genética y cultural, como el hambre y las mutaciones virales que conducen a pandemias y todo tipo de plagas?, pues claramente si, y agregaré además que este factor responde claramente al sueño erótico del nacional socialismo en su fase ulterior, que anheló y probablemente hoy desde otra posición, anhela una sociedad totalmente militarizada en espera de una gran guerra que proviene de un enemigo externo e implacable, habitando permanentemente una serie de hospicios u hospitales de campaña absolutamente inundados de pacientes y de médicos de la mayor cantidad de categorías posibles, cuyos reservorios farmacéuticos abundan en material tecnológico, popular y químico para todos, en una población a esta altura asumida como totalmente enferma de toda clase de patologías, sean estas existentes o no, y además en la búsqueda de una salvación que siempre viene pero que nunca llega, debido a cambiantes circunstancias acompasadas por un extremismo relativista, capaz mediante la demagogia de llegar al delicado punto de llamar a lo auto-destructivo bueno, y a lo auto-constructivo malo, gracias a muchas hábiles retóricas que retuercen y confinan el sentido de la lógica y las matemáticas hacia un lugar propio de las malvadas máquinas sintetizadoras.
Así, toda esta descripción de actualidad climática del contexto de lo clínico en lo civilizatorio como mecanismo de influencia y de control, encuentra dos imágenes propias del brutalismo para sintetizar la magnitud yo no diría del problema, si no del terror enquistado en el comportamiento de la raza dominante y conocedora de la información privilegiada; Esta imagen refiere a la similitud simbólica creada por el asterismo entre la estrella binaria Castor (51 Años luz) y la estrella Pollox (33 Años luz) todas de la constelación de Géminis, representación de 2 gemelos que en la denominada mitología ancestral de la tierra simbolizaría la existencia de una raza de seres humanos sintéticos creados en pares de gemelos, primero en la estrella Regulo (Alfa Leo) y luego en sistemas como Canopus y Sirio, como una forma de reforzar asuntos de seguridad en cuanto distribución de su material genético hacia sistemas estelares distantes tal como lo ocurrido en el caso de la tierra, que habría sido albergue de una de estas experiencias genéticas hace unos 300.000 años de nuestro tiempo en la forma de lo que conocemos en la llamada mitología como la raza de los Elfos ; Es así como la trama de la saga Star-treck refiere esta situación como la mezcla perfecta para la proliferación de casas comerciales de tráfico humano, cuyo objetivo principal sería la implantación de tecnología no solo hecha de material condensado sino también de material virtual, tal como ocurriría con la implantación de un programa neural destinado al control de masas de seres humanos de este sistema, si no que en un caso posterior a la implantación de programaciones que conduzcan a que esta raza se destruya a sí misma o destruya a otras hermanas, tal como ocurriría en una panacea ideológica donde millones de influencers co-ordinados desde distintas posiciones temporales a nivel generacional fuesen capaces de integrar circuitos activadores de engramas neurales con el fin de por la vía legal, en términos de la hipotética existencia de una federación de planetas y soles al resguardo de nuestro planeta, satisfacer el imperativo mandato de conducir a la auto-extinción a la molesta raza de simios del planeta azul, con el pretexto velado de la ocupación del planeta para fines netamente extractivistas, dadas las supuestas características de superioridad auto-otorgadas por los propios ancestros de la raza suprema y/o por las condiciones materiales exóticas de este, que generan un suculento mercadeo genético, y en casos más cercanos a nuestro entendimiento, al poder sobre el control de acuíferos petroleros o reservas energéticas destinadas a convertirse en el arsenal militar del lucrativo negocio de las guerrillas revolucionarias, las resistencias, las guerras civiles y en casos más extremos de las guerras mundiales.
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