Las caminatas en la naturaleza son un lugar común para muchas personas, estas se realizan periódicamente en lugares como bosques, parques ciudadanos, museos o playas, lugares que bajo una perspectiva terapéutica podemos analogar a sanatorios naturales y que según la tendencia de cada persona, le conectan con uno u otro; Esta situación trivial en apariencia guarda una profunda conexión arquetípica con el concepto terapia, del griego therapeia o therapon ("escudo que ayuda a un guerrero"), de dichas raíces etimológicas solo ahondaremos en el concepto thera y su explicita unión al término terahertz (THZ), que define la magnitud de una frecuencia acústica en el orden de 1x10 a la doceava potencia positiva, en otras palabras un número uno acompañado de 12 ceros, resonancia muy aguda y mas allá de nuestro espectro audible (16.000 Hz promedio). Estos terahertz, presentes en una estrecha banda atmosférica alta de la tierra y un paso antes de las primeras reflexiones de infra-rojo, que para graficar aportan el color "azul del cielo", forman parte del engranaje holodésico de nuestra realidad percibida; Desde la perspectiva hebraica hablamos del Elohin planetario que plasma en ciclos de tiempo un entramado narrativo bajo una lógica al parecer determinada, ejerciendo efectos terapéuticos sobre seres sintientes a través de eventos circunstanciales, voluntarios o carcelarios, en el sentido de que todos en alguna parte de nuestras vidas nos hemos preguntado ¿que hacemos en este planeta?, lo que intrínsecamente nos lleva a evaluar un "por que" y acto seguido percatarnos de la existencia de un encierro y un olvido; para este punto al parecer la naturaleza resulta clave, reflexionaremos sobre esto.
Mi percepción como terapeuta es que este olvido tiene un propósito específico, evolución cognitiva a través de la experiencia sensible, en otras palabras formarnos como desarrolladores programáticos de capacidades de detección en medios adversos, como el trabajo de un buzo táctico que lleva su vista y tacto a niveles extremos, de lo contrario ¿que sentido tiene habitar un planeta con total consciencia del cosmos y el universo en su totalidad?, quizás de ahí la necesidad de no tenerla o al menos solo contar con una parte de ella; De esta manera el ejercicio olvido-recuerdo, conecta con lo medular de la experiencia terapéutica, el entendimiento; para adentrarnos en este último concepto cito nuevamente a la cultura hebraica-mesopotámica para exponer un elemento filosófico denominado daat, este unifica a nivel psico-físico una posición orgánica y una posición lógica, ante la absorción de dicha fenomenología elohinica y sus narrativas, aportando una base logarítmica y algorítmica a dicho proceso. La base lógica (logarítmica) esta dada por teorías y dogmas de un orden mental, en tanto la orgánica (algorítmica), está dada por la experiencia misma de la persona, fisionando la sensibilidad del centro cardíaco y sus ciclos con su naturaleza cerebral, desde donde surgen rutinas de pensamiento que construyen una realidad, siendo esta muchas veces coincidente con la construcción de realidad de otras personas, a todo esta dinámica podríamos definirla como el programa o software de realidad.
Si vamos ahora al caso de caminar a través de la playa, la cual forma parte mi actualidad geográfica, en la que observo personas que conectan cíclicamente con ella como medio de desconexión de la ciudad, surge naturalmente una jerarquización logarítmica que entrega mas valor a un espacio sobre el otro. Bajo una mirada de opuestos en equilibrio, la playa porta lo inmensurable, lejano y proyectual, indicando también que una persona habituada a espacios limitados busca expandir sus horizontes en la playa para equilibrar ese factor contracturante, caso contrario una persona habituada a la playa busca habitar espacios limitantes, acotados y adrenalínicos. Toda en esta dinámica puede ser definida como terapia ya que dichos reinos (playa y ciudad) materializan conexiones no solo físicas con las personas, si no también ideográficas, posibilitando el desarrollo de nuevos programas de entendimiento que aceleran las dinámicas de construcción de realidad y por lo tanto de razonamiento-resonante, armonizándola con un determinado reino y su jerarquía, en un orden tan matemático como intuitivo y cuyo sistema señalético se compone de seres afines (serafines) que se presentan ante ella en millones de matices y tonos, con formas de animales, plantas, rocas, nubes, edificios, alimento, etc; Así la playa como reino se puede analogar a una "carretera de la voluntad", en tanto conduce por afinidad hacia un aeropuerto o playa de estacionamiento, sobre la cual descansamos aventurándonos a lo incognoscible y sumergiéndonos en leyes mas allá de nuestro entendimiento habitual.
Bajo esta lógica dicho reino se podría asociar a la diosa Egipcia Isis, protectora de almas que se aventuran hacia lo desconocido, representando la guía maternal en un camino a ciegas, tal como nuestra realidad planetaria, en este sentido la jerarquización antes descrita se palparía en las escuelas del antiguo Egipto (8 mil años de historia). Ubicando a Isis en el muelle que conecta al ser humano con las embarcaciones multidimensionales o extraterrestres en el sentido estricto del término (mas allá de la tierra), donde su "templo" expresa la acumulación de experiencias enciclopédicas grabadas teórica y experiencialmente, en sabios que durante varias civilizaciones preparan en vida a hermenautas para su gran evento de contacto onírico, la muerte biológica. Como complemento de teoría cosmológica surge en la literatura del médium Rodrigo Romo la figura del complemento divino masculino de Isis o Pallanisis, de nombre Yaslon Yas, una de las expresiones canalizadas por su vía mediúmnica, y de forma similar a los relatos de las epístolas apostólicas del cristianismo original en sus salutaciones finales, experiencias de mediumnidad bien conocidas en órdenes herméticas rabínicas.
Este entramado permite especular sobre la existencia de un eje terapéutico preminente diseñado para seres que caminan dentro de 7 esferas planetarias (Ciudad, Cementerio, Almas, Bosques, Playa, Naves y Liras), número expresado en diversas culturas como la Griega, Mesopotámica e Hinduista cada una con 7 sabios o agentes de enlace que a cada actualización civilizatoria satisfacen necesidades de entendimiento según el estado de realidad de dicha civilización; Así cada reino constituye una precipitación arquetipal, que en un nivel simbólico manifiesta culturemas en la forma de tótems, seres desencarnados, orishas, ángeles, indios o reyes que protegen grupos y personas, aquí vale citar el caso de las culturas del norte de Chile, donde pueblos oriundos de la costa como Animas, Changos o en Brasil Tamoios u otros de montaña, bosques o matos como Coyos (Kollas) o Huarpes, precipitan a través de sus panteones dicho orden arquetípico templario canalizado por sus sabios chamanes, amautas y abuelos.
Esta temática grafica uno de los elementos mas significativos en el viaje terapéutico, la conexión con la naturaleza de la tierra (thera), que no solo ayuda a comprender el status elohinico de manifestación de entidades supra-mentales durante trances extáticos a través de plantas de poder o estásis vibratorios musicales mediante transmisión, reflexión o absorción (incorporación mediúmnica), y durante los cuales se proyectan hologramas de indios, animales guías, ancestros, maestros o vírgenes coronadas, si no que ayuda también a comprender los niveles cíclicos que unen por afinidad a una persona con un determinado reino de la naturaleza, en un intercambio principalmente iónico, mental, magnético, eléctrico y acústico, que es mediado por sutiles agentes de niveles serafínicos; Esto modifica en la persona la tensión de sus redes de fluidos celulares ayudando a suprimir estados depresivos a través de la elevación de la carga iónica sobre las neuronas, o en caso contrario deprimiendo dicha carga a través de la ralentización de su pulso cardíaco lo cual provoca que también su segundo sonido modifique su estado vibratorio general, calmando la ansiedad; en casos mas específicos se estimulará la intensidad magnética del cuerpo físico o de algún sistema u órgano mediante la entonación de cantos que por resonancia vibratoria relocalizarán según el espectro activado (una vocal formante A por ejemplo) el estado energético potencial de un tipo de células, acumulando estas, potencia y luminancia en niveles cuánticos invisibles al ojo humano; También existen casos de bioluminiscencia en el reino acuático, donde la enzima oxidante luciferasa al interactuar con el oxígeno libera cargas fotónicas que iluminan visiblemente los tejidos de algunos insectos, moluscos, algas y peces. En general estas dinámicas aceleran las rutinas de transporte celular en sus diversas fases, entregando acceso a la persona a registros de información (luz) no comunes a su realidad habitual.
Bibliografía asociada:
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