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Foto del escritorGerardo Heredia

Sueños recurrentes y Hologramas de cura: Una perspectiva cosmogónica

Uno de los problemas más citados en las consultas terapéuticas de raja yoga, está vinculado a entender los sueños, y cómo estos muestran según las personas consultantes, lenguajes comunes y sugerentes. De esta cuestión ya se habló el siglo pasado, siendo tema de estudio para el psicoanálisis, que intuyo la existencia de un único paisaje común, que abraza micro-paisajes bajo una lógica al parecer determinada. Podríamos decir que un equivalente se da en el deporte, metáfora del arte de la guerra, donde existe para cada deporte un programa inicial, reflejado en el rayado matemático de un plano o cancha, al cual denominaremos de aquí en adelante plano-cancha. Este espacio y sus jugadores, para el fútbol 22, básquetball 10 o tenis 2, representan posibilidades de movimiento en dicha estructura, dentro de la cual cada jugador se relacionará táctica y estratégicamente, cubriendo algunas zonas con gran orden en tanto que otras con mucha fluidez. Esto último grafica la naturaleza de algunos paisajes que surgen durante los sueños, algunos marcados por el orden y un ejercicio de lo grupal afectando a la persona, mientras que otros desde la persona introduciéndose al grupo.

Un sueño recurrente es el vagabundeo o caminata, durante situaciones de calle, incluyendo salones, departamentos y arquitectura en general, que llevan a la persona a conectar con otras personas por lo general desconocidas, aunque familiares, dándose también casos donde estas personas son conocidas, y para casos puntuales se tratará también de familiares fallecidos o personas que ya son conocidas por ancestros cercanos, sin que la persona soñante le conozca previamente, esto en casos aún mas puntuales. Estos casos definen la incorporación de la persona al grupo, sea social, familiar, etc., en otros casos es la propia fuerza grupal la que influencia al soñante; por ejemplo soñar con un evento cataclismico como un tsunami o terremoto, lo que influye a la persona en un nivel emocional según la suerte vivida en la escena. Ambas experiencias trazan un contexto arquetípico de dos ejes, y que en su especificidad se podrían categorizar como sueños yin y yang, el primero de naturaleza femenina, prevalescencia de lo grupal sobre lo personal, el segundo de naturaleza masculina, prevalescencia de lo personal sobre lo grupal. Un tercer sueño común corresponde a los prados verdes o parcelas, cito aquí un caso de una persona a la cual atiendo que me comentó sobre un sueño dentro de una parcela y que ponía en equilibrio su situación personal ante lo grupal, en este caso familiares conocidos que le inducían a su nivel personal a reinterpretar sus roles conocidos de hermana-hermana por madre-hija, incluyendo la auto-percepción de si misma siendo madre e hija al mismo tiempo. Si bien la parcela es un medio externo y potencial generador de angustia, se hace agradable en cuanto la persona es acogida y trasladada hacia reflexiones equilibradas. A esta altura ya tenemos tres paisajes de sueño, unos sobre la naturaleza grupal afectando a lo personal, otros sobre la naturaleza personal afectando a lo grupal y un espacio intermedio de convivencia entre lo grupal y lo personal.


Si ubicamos estos paisajes en una paleta de colores, los del grupo afectando a lo personal deberían vincularse al color rojo, en física acústica un ruido rojo absorbe las altas frecuencias, reflejando ruido y transmitiendo las bajas frecuencias, lo que será percibido como un sonido grave y profundo, para el caso contrario de lo personal entrando en lo grupal, el color azul definiría esta zona, ya que un ruido azul absorbe las bajas frecuencias, reflejando ruido y trasmitiendo las frecuencias altas y agudas hacia la percepción auditiva. Por otra parte el primer paisaje rojo describe sueños cataclismicos o de mar, fisicamente abundante en ruido rosa, de ahi el tronar grave del oleaje y afectando la carga emotiva de una persona, en tanto que un paisaje azul, describe sueños dentro de cuartos de hogar, oficinas o paisajes de perímetro estrecho, donde lo personal busca el entorno, conocido es el caso de como determinados matices de azul o verde en lugares de trabajo, amplifican la percepción del espacio y predisponen una carga emotiva en los trabajadores según la necesidad, para el tercer caso tendríamos que usar un paisaje blanco, que fisicamente se asociará al ruido blanco, que incluye la transmisión frecuencias bajas y altas en equilibrio, describiendo lugares comodos y sueños en templos, casas de estudio, colegios o universidades, donde se ejecuta la transición entre lo personal y lo grupal, entre lo conocido y lo desconocido. Si continuamos con la lógica cromática-fractal del color e incorporamos al sonido, acortamos la distancia entre paisajes obteniendo tres nuevos matices de color y tonos de sonido; Para el caso del ruido blanco acercándose hacia el rojo, este vibrará como dorado, el caso opuesto acercará el ruido blanco hacia el azul y vibrará como esmeralda, aquí ya tenemos cinco posibilidades de paisaje de sueño, pero si nos ceñimos aún mas a la fractalidad de color y sonido, y que especifíca siete frecuencias convencionales formando octavas, tendremos que retornar al escenario del plano-cancha y sus jugadores.


Aquí las primeras zonas operarán con ondas de baja frecuencia o trazos largos, como los tonos DO y RE y el matiz rojo, esto se aplica al caso de la defensa de un ejército, un equipo de fútbol o golpes de tenis alejados de la red, sus agentes tendrán contextura gruesa, resistencia física e incluso mayor paciencia, en la zona opuesta se operará con ondas de alta frecuencia y trazos cortos, agentes veloces, ligeros y pequeños, la zona de ataque de un equipo de fútbol o trabajo fino en la red durante un partido de tenis, analogable a los tonos LA y SI y al matiz azul. Las tres nuevas zonas serán los sub-matices de la fusión de los tres matices iniciales, si partimos desde al blanco transitando hacia el rojo obtendremos el matiz dorado y el tono MI, hablamos aquí de la línea de volantes defensivos, cuerpos toscos que transmiten la energía desde una dimensión hacia otra a través de un cambio de velocidad paulatino, esto es también el trote del tenista en su acercamiento progresivo hacia la red. Lo interesante en esta transición es que hace surgir un jugador destacado, un capitán o caudillo, que trota de forma circular y que asiste a todos los demás, también refleja un approach, golpe de tenis que ayuda al acercamiento a la red, este representa el matiz blanco puro y el tono FA; en la línea mas ofensiva el blanco se fusionará con el azul aún con trazas de dorado, vibrando como matiz esmeralda y en tono SOL, agentes con mayor velocidad y fantasía, creativos que agitan desde lo grupal a lo individual, ya que portan la carga emotiva de las líneas anteriores, un dato cromático importante es que los matices que los vegetales reflejan corresponden al esmeralda (verde) siendo también el color de nuestro Sol según la física convencional. Para los casos restantes al existír ya un agente individualizado al centro del plano-cancha ("el capitán blanco") la lógica indica que en ambos extremos existan dos caudillos mas, para el caso del fútbol un guarda-metas y un centro-delantero o en el tenis un passing shot o golpe ganador desde el fondo y una volea sobre la malla, los primeros (guarda-meta y golpe de fondo) representan el matíz rojo-marrón y el tono DO, por estar al inicio de la octava desde nuestra lógica cromática percibida y por abstraerse de la línea defensiva, dejando a esta con el tono RE y el matiz rojo-dorado por su cercanía a la siguiente línea; Por su parte los últimos (centro-delantero y volea) fusionan el último azul con el primer rojo de la siguiente octava, reflejando el matiz violeta y el tono SI, dejando al resto de la línea ofensiva con la nota LA y el matiz azul. Esta perspectiva define ya las siete frecuencias de una octava, que en su interacción entregan niveles mas profundos de movimiento, definibles como ejes tácticos de comunicación; Así al dividir el plano-cancha en cuatro zonas y continuando la lógica fractal, la defensa tendría siete posibilidades (zona roja-marrón), la contención siete (zona dorada-blanca), la creación siete (zona esmeralda-blanca) y el ataque siete (zona azul-violeta), un total de 28 realidades posibles o micro-segmentos de diálogo entre los agentes dentro del plano-cancha.


Volviendo a los paisajes de sueño, surge desde el libro "Yaberin, el mago cósmico" del profesor Rodrigo Romo, una descripción de la multidimensionalidad física de los planos telúricos de la tierra sobre cuatro densidades u octavas de frecuencia (5,6,7 y 8 Densidad), a las que en su totalidad denomina "plano de los coronados", analogable al concepto plano-cancha y que aporta datos cuantitativos sobre la relación entre los paisaje de sueño, nuestra realidad cotidiana y otras paralelas, asunto del cual se comentará de aquí en adelante. Estas cuatro octavas de frecuencia serían la matríz que habitamos, y que percibimos gracias a la mecánica de fases de nuestro cerebro (fases gamma, betha, alfa, theta y delta) de las cuales dejaré al margen de este artículo la fase gamma, por tratarse de una fase poco investigada pero muy relevante en futuros articulos de este blog, por ahora nos centraremos en las fases de sueño. Así durante la fase betha, nos auto-percibimos despiertos dentro de la quinta densidad para la cual exisitirán siete posibilidades de tránsito, cuando estamos semi-dormidos en fase alfa, percibimos otras siete posibilidades de tránsito o paisajes de sueño, así también con la fase theta de sueño, y la fase delta de sueño profundo, esta estructura configura el plano de los coronados, dato relevante es que el término corona alude a las estructuras de protección psíquica necesarias para alimentar los sistemas de ataque-defensa en la percepción cotidiana y astral (sueños), es como decir que la creencia o fé, o en su defecto determinados meta-minerales de un orden ígneo (fuego=feu en lengua gala) configuran un holograma que corona a la persona de frecuencias de alta o baja densidad, trazando la calidad de sus pensamientos, asunto muy graficado en las piezas pictóricas de la cultura Védica Hindú, esto podría explicar también la razón cosmogónica de la corona de espinas colocada por el imperio romano sobre la cabeza de Jesús, un efecto de primado negativo para la constitución de un orden basado en la división de los Judíos, etnia a la cual perteneció. Si afirmásemos que como dijo Calderón de la barca, la vida es sueño, nuestra realidad cotidiana debería estar dividida en siete paisajes, dentro de la denominada quinta densidad o primera octava de las cuatro zonas, detalladas de esta manera; Primero la ciudad, como nuestra realidad cotidiana, con casilleros, pabellones encrucijadas y habitantes desconocidos y conocidos; Segundo, si avanzamos hacia la periferia de la ciudad, encontraremos cementerios y lugares donde descansan las personas de esa ciudad; Tercero, el lugar de las almas, donde se comunican personas biológicamente muertas con personas biológicamente vivas; Cuarto, bosques o lugares de transito de dichas almas vivas o muertas hacia la comunicación con la naturaleza cruda o parcelas, como se nombra en la primera etapa de este artículo; Quinto, Playas, como definidores continentales del límite entre lo conocido y lo desconocido; Sexto, naves o equipamiento para transitar a través del mar sean estos aéreos o acuáticos; Séptimo, radiofrecuencias de ultra o infra sonido o luz, que median la comunicación entre las naves, un reino gobernado por la música. Toda esta interacción en apenas la primera octava dentro del reino de los coronados (28 posibles), se replica si seguimos la lógica fractal en las siguientes tres, por ejemplo si la primera frecuencia (matiz rojo y nota Do) de la quinta densidad correspondiese a un sueño acerca del guarda-meta de un equipo, tendríamos en la siguiente octava o sexta densidad, en su primera frecuencia un matiz de rojo mas saturado o blanquecino, con un guarda-meta mas sutil y tonos de Do mas agudos, y así con cada frecuencia hasta tornarse imperceptible a nuestra vista y oído en la octava densidad, y hasta el infinito. A estos siete paisajes también aluden algunas culturas Africanas, Mesopotámicas, Egipcias e incluso Griegas, en la forma de siete reinos, bajo sus propias lógicas de organización vertical y horizontal.


Esta matriz de psicoanálisis propone una lógica transicional de las formas de comunicación desde la ciudad hasta los navíos, constructo del propio cultivo humano planetario. Si profundizamos aún mas en el cotejamiento de datos vemos que el primer reino corresponde al guarda-metas rojo-marrón de tono Do sobre el reino de las ruas o ciudad; el segundo reino corresponde a la defensa roja-dorada de tono Re sobre las kalungas o cementerios; el tercer reino, corresponde a la contención y primera aceleración dorada-blanca de tono Mi sobre el reino de las almas; el cuarto reino, corresponde al capitán del equipo blanco puro de tono Fa, sobre el reino das matas o bosques; el quinto reino corresponde a los agentes creativos esmeralda-blancos de tono Sol sobre el reino da praia o playa; el sexto reino corresponde al ataque azul-violáceo de tono La sobre el reino dos cruzeiros o naves; y el séptimo reino, corresponde al centro-delantero violeta-rosáceo de tono Si sobre el reino das liras o instrumentos musicales, que construye vibraciones para la comunicación intermaterial. Este diseño contribuye a elaborar nomenclaturas arquetipales que redistribuyen la naturaleza elemental de la persona, desde símbolos manifestados por su propia psique y que de manera espontánea encuentran lugares comunes independiente de su ubicación geográfica. Este fenómeno de cristalización de un cierto status cognitivo se ha potenciado durante los últimos años debido al alcance cada vez mas permanente y veloz de consumo de datos visuales y acústicos a través de las redes informáticas, ubicándonos ante nuevos sustratos significantes que naturalmente actualizan el lenguaje y las rutinas de pensamiento, en esta alteración se auto-elaboran funciones ideo-gramáticas que modelan holo-frecuencias de diversos ordenes grupales, que en lo personal solicitan cada vez mas acotados y resistentes formatos de almacenaje para una cantidad cada vez mayor de información y en espacios de tiempo también cada vez mas comprimidos, una lógica sintética de distribución de frecuencias constructivas a tiempo cero, que finalmente diseñan el destino de un sistema de cultivo astral, en un sentido profundamente atingente a la naturaleza y propósito creatríz de la humanidad de la tierra.


Gerardo Heredia

20/08/2023


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