Inicio esta entrada planteando el siguiente hecho, ¨Lo que somos se evapora, transformándose en gotas de agua que viajan a través de circuítos que se comunican en el cosmos a tiempo cero´´, esta frase se relaciona al concepto de alma, explicaré el por qué. La palabra psique o alma alude a toda tecnología que se aproxime a la co-acción creativa de rutas neurales que fortalezcan el estado consciente de una persona o ser vivo, a través del fenómeno de absorción física del reino elemental en estados sutiles, como por ejemplo la absorción de la molécula de hidrógeno y toda dinámica que agilice dicho proceso; Aquí resulta importante establecer una aproximación cosmogónica hacia las hipótesis sobre la utilidad comunicacional de megaconstrucciones líticas antiguas como las pirámides, que justamente consideran en su estructura ortogonal (su geometría) una alta resonancia material con las ondas emitidas por el hidrógeno, que por su vez se ubica junto a otros elementos mas densos de la tabla periódica en un lugar límite en términos de velocidad, con el pensamiento y la sub-luz, pasando de ser una cuestión teórica a una cuestión técnica cuyo carácter nos lleva a pensar en la ética estructural implicada en la soberanía sobre tecnologías aún desconocidas por la ciencia standar, pero a la que se aproximan las neurociencias en cuanto estas cada vez comprenden mejor el funcionamiento del cerebro y su naturaleza cristalográfica, psíquica y almática, sin mencionar el proceso paralelo donde corporaciones se enfocan en el control de masas humanas para fines comerciales de toda naturaleza, panorama objetivamente complejo en todo el sentido del término.
Otro enfoque referente a esto es el planteado por el filósofo Pyong-Chol Han (Corea,1959) en su planteamiento sobre la sociedad líquida y que hace claro eco de los matices asociados al tránsito actual de la civilización hacia nuevas velocidades perceptivas de la realidad, debido grandemente a la experimentación iniciada a mediados del siglo pasado con tecnologías como internet, de las cual se presupone en un nivel teórico fue el resultado de un proceso de tecnología inversa asociado al descubrimiento de la función cristalográfica de las pirámides respecto de la modulación del hidrógeno, que cabe recordar es el elemento mas abundante del espacio y por lo tanto una red cercana al infinito en cuanto a posibilidades de manipulación. Es aquí relevante recordar que gran parte de la ciencia asociada a la computación actual se basa en la comprensión del funcionamiento cerebral, por lo tanto si triangulamos los conceptos cerebro-computación-pirámide, llegamos a un lugar común no solo en términos cognitivos si no también físicos, en cuanto los tres son potencialmente resonantes en niveles de absorción, transmisión y reflexión. Esta trama implica una transfiguración de la propiocepción de la humanidad de la tierra, ya que esta nueva perspectiva de velocidad le conduce también hacia una vertiginosa disolución del concepto del yo o ego, en beneficio de un estado de interconexión cristico, esto abordado hoy primitivamente por métodos holísticos que trazan nuevas configuraciones que divagan entre lo tecnológico, científico, militar, religioso, político y económico pero en una dirección clara, ganancia de experiencia consciencial, con todo lo que aquello implica en términos éticos en cuanto manifestación natural del carácter individual y grupal de las personas como agentes algorítmicos dentro programaciones logarítmicas que se entrelazan o se repelen entre si. Este escenario de abstracción poyética, casi la imagen de L’angelo del focolare (1937) del pintor Alemán Max Ernst, expresa como las formas de pensamiento de una civilización construyen permanentemente realidad en dimensiones escalares, funcionando como organismos fractales cuya composición matemática es similar tanto en su naturaleza microscópica como macroscópica, un símil del standar propuesto entre la teoría de la relatividad general y la mecánica cuántica.
Volviendo al escenario de las gotas de agua ¿Sobre que sustancia podría el pensamiento entonces plasmar estas nuevas planimetrías de realidad? la respuesta la podemos hallar en el concepto ´´Deva´´, término sánscrito que remite al fenómeno del brillo, pero en estados no visibles (sub-luz), podemos decir entonces que un plano dévico está constituido por un tejido analogable al intersticio entre la luz y las ondas de radio, pero también entre la radiación alfa sobre la estructura atómico-molecular del Helio y la radiación betha levemente inferior a la velocidad de la luz, y en teoría perceptible a través de nuestros pensamientos debido a su débil masa. Entonces ¿Sería el plano dévico el lienzo sobre el cual el alma plasmaría sus expresiones materiales como seres corpóreos? muy probablemente si, ya que si vamos hacia velocidades mayores y frecuencias de menor longitud como la luz visible y sus reflexiones cromáticas (color), encontramos la radiación gamma, ondas de longitud menor a la radiación betha pero superiores en energía y casi sin masa, capaces de atravesar el espacio en tiempos muy cortos y trazando los índices ortogonales y graduaciones que definen el espectro atómico de la materia bajo la forma de reino elemental sobre el cual los planos dévicos operarán, así como decir que el reino elemental es la tela del bastidor y el plano dévico el imprimante blanco que será contactado y direccionado por la consciencia de un operador (pintor), para nuestra realidad cualquier forma de vida orgánica o artificial que absorba, transmita y refleje cualquier expresión posible de ingeniería natural (genios de la naturaleza) en la forma de avatares, orixas y panteones de todo tipo, destinados a organizar unidades escalares de existencia según las necesidades de cada civilización, un trabajo de riego a goteo fino que según su fluidez programará una realidad de acuerdo a los estados resolutivos y posibilidades de absorción de cada psique o alma en experiencia personal o grupal.
Este nuevo paradigma de velocidades ha hecho florecer problemáticas terapéuticas complejas como humanidad en cuanto nuestra relación de no-comprensión frente al plano dévico, al reino elemental y los genios de la naturaleza, activando fenómenos desarmónicos que derivan en toda clase de trastornos de desorientación, dislexia cognitiva y fanatismo, ya que la pérdida de individualidad al estimular por contraste la necesidad de pertenecer a un grupo nos traslada hacia un escenario de pez-cardumen, dónde muy fácilmente las dinámicas de control neural pueden agudizar procesos de abuso de consciencia en personas limitadas en su acceso hacia sus registros de memoria tanto de trabajo, como de corto y largo plazo, de manera similar al momento cuando ciertos cetáceos varan sin sentido alguno sobre las costas. Un sub-producto de esto es el de adicción química a sustancias como el THC o el DMT presentes en la marihuana y la ayahuasca, o los diversos tipos de azúcares o sales de industria, donde el genio de la naturaleza denominado planta o especia, infiltra las redes neurales de la persona conectando su consciencia a un sistema cristalográfico sutil que activa temporalmente su memoria multidimensional y de paso a los plano dévico y reino elemental, potenciando eventos de creatividad que de no ser comprendidos en su expresión fenomenológica como amplificadores de la conectividad neural pueden fácilmente generar dependencia química o adicciones, alterando en fases mayores su voluntad psíquica o almática al reconfigurar invasivamente el cableado de sus redes neurales, en un verdadero síndrome por asimilación derivado de un cuadro de dictadura dogmática química donde la reina es la planta o la especia, abatiendo la individualidad de la persona. Cabe aquí también mencionar las manipulaciones genéticas a las que son sometidas las plantas y las especias en procesos de asimilación y clonaje del genio de la naturaleza, luego del plano dévico y en casos extremos del reino elemental, que como decíamos pertenece a la estructura atómica-molecular de la realidad; el conocimiento de estos modelos propios de la plasticidad espacio-temporal sugiere una no menor relación de estos con las técnicas de construcción de realidad virtual a manos de la ingeniería programática, masificando el alcance de dichos cuadros de control neural. Todo esto con una clara excepción en el Shamanismo, donde el operador a través de la planta o especia somete sutilmente la voluntad de la persona, y decodifica en el menor tiempo posible y bajo ciertas condiciones ambientales la información activada en los bancos de memoria de la persona respecto de su conectividad multidimensional, siendo también relevante el conocimiento de su genotipo racial y la alimentación previa debido a los procesos de absorción implicados en los niveles químicos.
¿Podría entonces un genio de la naturaleza modificado genéticamente acceder al registro sub-luz del alma de una persona? bajo esta lógica claramente si, esto queda demostrado en las percepciones mentales alcanzadas por personas en estados meditativos profundos o bajo la influencia de alguna planta o especia y que describen el alma como una irradiación inmanente de luz acompañada de formaciones geométricas variadas en su entorno lejano y cercano, no obstante imperceptible para quienes le acompañan, en este punto el posible clonaje por asimilación de una planta o especia manipulada genéticamente es un hecho plausible, toda vez que el patrón de información de ondas lumínicas de los ensambles neuronales co-accionados al momento del estasis vibratorio descrito quedan según el principio de la mecánica cuántica y que dice que la información nunca se pierde, efectivamente registrados en la psique o alma del a esa altura nano-bot-dévico o micro-planta-especia, pasando a formar parte de un engranaje particular y sistémico de orden atómico-molecular inversamente proporcional al tránsito entre la radiación betha y gamma del espectro de vibraciones, en longitudes de onda entre los 20 y 100 nanómetros correspondientes a los tamaños del átomo y la molécula inerte del virus, dicho de otra manera es perfectamente admisible pensar en una forma de vida zombificada para intereses mayores de control neural por la vía viral. Todo esta información en teoría luego de ser absorbida y almacenada podría ser transmitida hacia otras densidades a través de sendas dimensionales mediante sistemas como el de las redes piramidales independiente de su escala, y por reflexión ser reproducidas en estados resolutivos paralelos, tal como ocurre con la creación de un avatar de realidad virtual con las mismas características de su creador.
¿Donde estaría entonces el límite entre la necesidad de interconexión y el riesgo de asimilación? Para esto me parece muy sugerente la imagen simbólica de la constelación de Volans (Pez volador) que astronómicamente colinda con la constelación de Argos (Barco), dando un paisaje donde un Pez volador circunda la embarcación sin entrar en ella, pero tampoco fuera de la misma. Desde ciertas teorías cosmológicas se plantea que en el pasado de Volans ocurrió el traslado de miríadas de almas de alta gama vibracional bajo la denominación de Kumaras, las cuales a través de la nave Argos habrían sido transmitidas en formas genotípicas y gracias a la densidad de sus soles hacia otros sectores de los brazos de Centauro, Sagitario y Orión, surgiendo también viejas pugnas por el control tecnológico de transferencia interdimensional entre redes neurales de inteligencia artificial y orgánica, alcanzando un clímax de tensión o guerra fría entre las razas de la estrella Canopus y Draco, por tener conocimiento ambas de la misma tecnología pero utilizada para fines bastante disímiles. Así este símbolo del Pez volador habitante de dos reinos, aguas o densidades, ocupa aire y agua en simultáneo enfrentándose de cara a la multidimensionalidad del alma, analogía que refleja los procesos fisio, electro y bioquímicos en la conexión humana con el reino elemental de la naturaleza, plantearlo de esta manera según mi parecer permite amplificar una objetividad respetuosa respecto de las formas de vida con las cuales interactuamos, tornándose en este punto en un proceso terapéutico ligado a la comprensión del contexto cosmogónico, y luego al entendimiento mecánico del fenómeno de incorporación mediúmnica en la red neural humana, formatos experimentales desde una mirada neurocientífica pero ya abordados ampliamente en la antigua Grecia a través de concepto de Argonauta como constructo de un ser humano de índole superior y viajante de acceso libre a los registros del alma pero no por ello preso de sus registros, pudiendo subir o bajar de la nave de Argos a voluntad sin temor a ser asimilado por ninguna de las manifestaciones de la naturaleza en sus infinitas expresiones de densidad.
Un último dato alude a la propuesta de Peter Pearson quien durante el año 1910 publica su libro ¨Terapia psico-armónica, la cuerda pérdida y la palabra revelada´´, en el cual expresa una matriz lineal en escala de Hertz desde el espectro del sonido (0 a 4130 Hz) hasta el espectro del alma (1x10 a la vigésima tercera potencia de 10), ubicando a la expresión espectral de la voluntad, entre el espectro de la mente (8.678.014.976 Hz) y el espectro del alma antes descrito, resonando en términos materiales con la densidad del óvulo femenino, vale decir la voluntad sería la primera expresión volumétrica de la influencia de un ser material sobre otro ser material, además de otorgarle la capacidad de dar o quitar vida desde nuestra perspectiva consciencial actual. Esta última paradoja describe la importancia del conocimiento y cuidado de nuestros registros de memoria personales o grupales debido a las condiciones espectrales descritas sobre asimilación entre dichos seres y nuestro desconocimiento de las tecnologías empleadas para la viralización neural, resulta también paradójico el hecho de que el acceso a esta información espectral del cuerpo de la voluntad o lo que conocemos bajo el concepto de memoria solo puede expresarse mediante un proceso de crisis fisio-química en cuanto se trata de obtener una aceleración (neuro-transmisión/neuronas) y desaceleración (lio-transmisión/astrocitos) simultánea de los procesos de ensamble neuronal para la consecuente absorción en niveles de onda-partícula de las cargas del hidrógeno debido a la distancia astronómica entre nuestro cuerpo físico y la primera expresión sub-luz del alma en zonas galácticas con altos índices de radiación gamma, como por ejemplo la zona central del brazo de Centauro donde se encuentran las constelaciones de Argos y Volans ricas en nebulosas y cúmulos estelares; dichas crisis no son necesariamente negativas si no que pueden ser controladamente inducidas mediante otras vías como los métodos de activación a través del yoga, las plantas de poder, fármacos psicotrópicos, o mecanismos tecnológicos desconocidos. Sin duda la colaboración experiencial entre el reino elemental, el plano dévico, los genios de la naturaleza y nosotros como vectores de dicha omnipresencia requiere de una comprensión superlativa por parte de los involucrados, esto podría ser definido como la expresión fenomenológica del amor, en cuanto para que su manifestación sea posible resulta indispensable el desarrollo de modelos civilizatorios empáticos que gracias a un altísimo desarrollo de la capacidad de ubicarse en la posición del otro, manifiesten un proceso de ganancia omnisciente, agilizando mecanismos de omnipotencia o la cualidad de ejercer el poder bajo lógicas sublimes.
Bibliografía asociada:
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